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[:es]Yo ya estoy de vuelta de vacaciones… y me imagino que si tú no lo estás también, pronto te unirás a mi club. No existe una fórmula secreta para volver feliz al trabajo, (¿quién no está mejor de vacaciones?), pero sí se me ocurren unos pequeños consejos para hacer la vuelta un poco más dulce.

 

¿Empezamos?

 

Disfruta de las rutinas felices. Te lo digo, hay rutinas que, aunque no lo creas, hacen feliz. Pasear a tu perro, el momento café, cantar a grito pelado en el coche, recibir un paquete…, da igual, ¡aunque te lo hayas comprado tú!

Crea costumbres nuevas y buenas: ¿Qué tal con la técnica de los 5 minutos? Consiste en elegir una actividad, o un hobby, algo que has querido conseguir siempre a largo plazo, y dedícale casa día 5 minutos eso sí, totalmente focus en ello.

Si aprendes una palabra al día en inglés, sabrás 365 palabras más en un año, si dibujas todos los días un poco habrás dedicado 30 horas a crear.

La lógica aquí es que, si te dices a ti mismo que sólo vas a hacer ejercicio, escribir o limpiar tu casa durante “solo 5 minutos”, tu cerebro no tiene mucho que argumentar al respecto… ¡No hay escusas que valgan!

 

Renuévate. Si no sabes por dónde empezar te recomiendo que leas a Marie Kondo en La Magia del Orden. Aprende a ordenar tu ropa, tu casa, ¡y tu vida en general! Muy útil para los que tenemos un poquito de síndrome de Diógenes… La idea es que empieces a desprenderte de todo lo que no te hace feliz, ¿y no te parece la mejor forma de volver a la rutina?

 

Mejora tus vistas. Tu lugar de trabajo no tiene por qué ser gris ni aburrido, no es plan de que nada más entrar ya estés deseando irte. ¿Sabías que está demostrado que la decoración influye directamente en el estado de ánimo y que además aumenta la productividad, aleja el estrés y mejora la creatividad?

¿Cómo empezar? Añade tu toque personal, ponte una fondo motivador en el escritorio, mantén un orden estratégico, completa con algo de verde… En Pinterest encontrarás cientos de ideas originales!

 

 

Recompensas a corto plazo.  Son puro placebo, ¡pero motivan! ¿Reservamos en ese restaurante que tanto te apetece probar? ¿un bañito relajante con sales y espuma? ¿o qué tal una escapadita el próximo fin de semana? Encuentra un ratito de vacaciones todos los días y… Cuídate, ¡cuídate mucho!

By: Marta López Silva[:]

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